miércoles, 26 de noviembre de 2008
Otoño ocre y frío
5.Santa. Maria de Gallecs
Esa arboleda que desnuda
el tiempo
del Otoño ocre y frío,
deja sus ramas erguidas,
faltas de la indolencia
con la que mecían
sus hojas los vientos.
Esos vientos,
que arrullan o incordian
lo callado y quieto,
son para los árboles,
el tiempo
del Otoño ocre y frío,
deja sus ramas erguidas,
faltas de la indolencia
con la que mecían
sus hojas los vientos.
Esos vientos,
que arrullan o incordian
lo callado y quieto,
son para los árboles,
ellos,
la vara cumplidora
de la sentencia del tiempo.
la vara cumplidora
de la sentencia del tiempo.
JDC.
jueves, 20 de noviembre de 2008
Cuando te vas
A una ventana Picasso
Cuando te vas...
¿Qué reguero de razones
aún sin nombre
se acomodan en mi estancia?
Cuando te vas...
Se libra un tiempo de congoja
en los silencios,
y no me entiendo
ni me encuentro
entre las cosas
de la casa.
!Ay Tiempo¡
Desdicha que vienes
o pasas fijando tu sentencia.
!Ay Amor¡
Misterio eterno cual sibila
de oráculo incompresible
indagando mi espera.
Cuando no estás...
...me falta el vértice del Tiempo.
Juan Díaz Casares.
Cuando te vas...
¿Qué reguero de razones
aún sin nombre
se acomodan en mi estancia?
Cuando te vas...
Se libra un tiempo de congoja
en los silencios,
y no me entiendo
ni me encuentro
entre las cosas
de la casa.
!Ay Tiempo¡
Desdicha que vienes
o pasas fijando tu sentencia.
!Ay Amor¡
Misterio eterno cual sibila
de oráculo incompresible
indagando mi espera.
Cuando no estás...
...me falta el vértice del Tiempo.
Juan Díaz Casares.
lunes, 17 de noviembre de 2008
Desasociego
desatendido la luz del saber,
mientras quedan mentes estremecidas.
Pesa un temor de ruptura
y afrenta sin sosiego,
en el viento incierto
que clama al cielo.
Todo es, derrumbe
de nostalgias y pasiones
faltos de declives temerarios...
¡Ay!
Si al menos viera tus manos
entre la brisa de las cosas.
mientras quedan mentes estremecidas.
Pesa un temor de ruptura
y afrenta sin sosiego,
en el viento incierto
que clama al cielo.
Todo es, derrumbe
de nostalgias y pasiones
faltos de declives temerarios...
¡Ay!
Si al menos viera tus manos
entre la brisa de las cosas.
JDC.
...De mi humana presencia.
estudiafacil
estudiafacil
jueves, 13 de noviembre de 2008
Mis manos imprecisas
Mis manos imprecisas
no condicionan nada
e imprimen sobre los muros
interrogantes al alma.
Qué sensación de nube ausente
depende de las miradas?...
...o que espacio de recelos
me condiciona la calma?
...Advierto manos fugaces
en mi incondicional palabra.
Juan Díaz Casares.
El Pensador de Auguste Rodín
Rodín en las calles de granada
lunes, 10 de noviembre de 2008
Aquella madrugada
Amanecer en Barcelona
Aquella madrugada,
no menosprecié
la ausencia
Aquella madrugada,
no menosprecié
la ausencia
de deseos sin frontera.
Se quedaron sin más...
Recuerdos que
amedrentan el sueño.
Aquella madrugada, quedó
Se quedaron sin más...
Recuerdos que
amedrentan el sueño.
Aquella madrugada, quedó
en mi insomnio acomodado,
la luz del alba creciente,
sobre silencios desperezados.
la luz del alba creciente,
sobre silencios desperezados.
JDC.
... De mi humana presencia
jueves, 6 de noviembre de 2008
Casa (Pablo Neruda, mis poetas)
...Clika en la imagen para oir
Tal vez ésta es la casa en que viví
cuando yo no existí ni había tierra,
cuando todo era luna o piedra o sombra,
cuando la luz inmóvil no nacía.
Tal vez entonces esta piedra era
mi casa, mis ventanas o mis ojos.
Me recuerda esta rosa de granito
algo que me habitaba o que habité,
cueva o cabeza cósmica de sueños,
copa o castillo o nave o nacimiento.
Toco el tenaz esfuerzo de la roca,
su baluarte golpeado en la salmuera,
y sé que aquí quedaron grietas mías,
arrugadas sustancias que subieron
desde profundidades hasta mi alma,
y piedra fui, piedra seré, por eso
toco esta piedra y para mí no ha muerto:
es lo que fui, lo que seré reposo
de tu combate tan largo como el tiempo.
menúdepoemas
nerudavideos
nerudaserratpacoibañez
Tal vez ésta es la casa en que viví
cuando yo no existí ni había tierra,
cuando todo era luna o piedra o sombra,
cuando la luz inmóvil no nacía.
Tal vez entonces esta piedra era
mi casa, mis ventanas o mis ojos.
Me recuerda esta rosa de granito
algo que me habitaba o que habité,
cueva o cabeza cósmica de sueños,
copa o castillo o nave o nacimiento.
Toco el tenaz esfuerzo de la roca,
su baluarte golpeado en la salmuera,
y sé que aquí quedaron grietas mías,
arrugadas sustancias que subieron
desde profundidades hasta mi alma,
y piedra fui, piedra seré, por eso
toco esta piedra y para mí no ha muerto:
es lo que fui, lo que seré reposo
de tu combate tan largo como el tiempo.
menúdepoemas
nerudavideos
nerudaserratpacoibañez
lunes, 3 de noviembre de 2008
La luz de tus pupilas leves
El pantano de S. Antoni desde Pessonada (Conca de Dalt, Lleida)...clika
Un amplio espectro
de soledades físicas,
esperaba el roce
de los visitantes del día
Como cartas de Tarot,
aparecían de pronto
marcando ambigüedades
en la tenaz constancia
de las horas asumidas.
Y eran, estrechos
parapetos al vacío
que el viento
lleva a latitudes de olvido.
esperaba el roce
de los visitantes del día
Como cartas de Tarot,
aparecían de pronto
marcando ambigüedades
en la tenaz constancia
de las horas asumidas.
Y eran, estrechos
parapetos al vacío
que el viento
lleva a latitudes de olvido.
Mientras, el azul se estremece
en el lánguido atardecer,
faltandome la luz
de tus pupilas leves
y, tiemblo en consecuencia.
Pero las horas, reguero
de amarguras consumidas,
esperan un...
de amarguras consumidas,
esperan un...
por si acaso,
de la cruel apología en
de la cruel apología en
su discurrir sin sentido.
JDC.
De mi humana presencia
Juan Díaz Casares.
Juan Díaz Casares.
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