La tarde deja caer
agudas somnolencias
de hiedra taciturna
...y los cipreses,
su aroma caliente
sobre la boca de mi mente.
!Ay, tarde
divina y presente¡
¿Que pretendo
arrojando multitud
de pensamientos sin cauce
sobre los surcos del huerto?
Tarde de Mayo,
que escondes en tu hermosura,
mi destino y tu presencia...
...!Deja un por si acaso
de esperanza a mi tristeza!
Juan Díaz Casares.
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