Granada año 1922, placeta de Gracia. El equipo juvenil de mi padre, de portero en el centro, sobre el balón.
Y yo, incomodo e incierto
No las busques, no hay
soluciones cercanas
a los bramidos
y las injusticias
de este tiempo,
ni al acoso
de los mercaderes del templo.
Gemidos entre presuntas
y esforzadas plegarias
predisponen augurios,
sollozos y miedos,
sin dejar un por si acaso,
a las razones del Tiempo.
Yo por ese por si acaso, acomodo
mi corazón en lo cierto,
dejando atrás y a destiempo,
sollozos comedidos,
silencios, y predispuesto.#
Juan Díaz Casares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario