
Antes que llegaras,
me encontraba madrugando
por las soledades
de mi nombre.
Antes que se abrieran planes
en este mi asentado silencio,
ya eran mis jornadas
de aliento esperanzado
en la armonía del encuentro.
Antes de los tiempos,
de las rocas y los vientos.
Desde el primer aliento
que exhaló la primera especie,
estabas tú aguardando...
...estabas tú y nuestro encuentro.
Juan Díaz Casares.
mancomunidadtentudía
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